Y hoy de vuelta a la normalidad.
Después de unos días de vacaciones, hoy normalidad absoluta; es decir, por la mañana a madrugar para poder aprovechar y limpiar las judías verdes antes de que se levanten mis hijos, después desayunos, preparar mochilas y almuerzos y llevarlos al cole, de vuelta a casa y aprovechando que ellos no están, limpieza un poco más profunda, recoger juguetes que han quedado por en medio y a comprar, -diosmíonotengonadaenelfriforífico-.
Pero llego al mercado y me atiende esta charcutera tan simpática, un poquito de conversación entre clientas y corriendo a casa a recoger a los niños.-diosmíoquesonlasdoceymediaynollego-.
Tengo el primer plato resuelto, ahora toca preparar el segundo, comemos y otra vez al colegio, ahora la tregua es más corta, tengo una hora y media para recoger la cocina preparar las meriendas y bajar a buscarlos.
Después de esto comienzan las extra-escolares un día patinaje, otro judo, al otro ajedrez, eso sí, nunca, nunca, coinciden ni a la misma hora ni en el mismo sitio, así que tengo que hacerme un cuadrante para saber dónde tengo que estar y a qué hora para no extraviar a ninguno de los dos.-diosmíoquemeheolvidadolospatinesencasa-.
Por la noche, -diosmíoquetardequees-. y después de hacer los deberes que nos quedan, toca duchas, cenas, recoger y a dormir.-diosmioqueganastenía-.
Bueno aquí os dejo mi "keka" charcutera, aunque en la foto no se aprecia muy bien, lleva un chorizo de lomo en la mano. Y me voy, a tener una conversación de adultos con mi marido, que aunque en mi día de normalidad no lo he nombrado también ha tenido su papel-diosmíoquedicequelotengoabandonado-.
Un saludo a tod@s l@s que hacéis que este blog siga adelante.